Efectos de la contaminación radiactiva
Para tratar el tema de los efectos de la
contaminación radiactiva hay que remontarse al siglo XX donde, por primera vez,
se estudiaron las quemaduras que
presentaron unos mineros que trabajaban en minas de uranio, y que
después algunos de ellos presentaron casos de cáncer.
·
Efectos sobre el organismo
Este caso de los mineros sería un ejemplo cómo afecta la contaminación radiactiva sobre
el organismo de un ser humano, pero siempre hay que tener en cuenta
que los efectos son diferentes dependiendo
de cada organismo y dependiendo del nivel de radiación al que una
persona está expuesta.
Lo que es seguro que cualquier partícula radiactiva destruye poco a poco las células del
cuerpo humano. En los casos en los que una persona está muy
expuesta a material radiactivo, está comprobado que este tipo de
contaminación daña las células
ADN, provoca cáncer, defectos genéticos en futuras generaciones e
incluso puede causar la muerte de un ser vivo si está expuesto a dosis muy
elevadas.
Todas aquellas afecciones derivadas de una
exposición a emisiones radiactivas pueden dar lugar a enfermedades por
radiación. La complicación de este tipo de enfermedades es que la radiación no
se puede detectar ni ver, pero los contaminantes radiactivos se acumulan en el
organismo.
Puede medirse la intensidad de las emisiones
radiactivas en una unidad conocida
como gray (Gy). Si estas emisiones llegan a alcanzar un gray,
pueden darse síntomas como malestar
general, fiebre, náuseas, vómitos y dolor de cabeza.
En casos donde las emisiones radiactivas superan
los seis Gy, una persona puede llegar a fallecer aún habiendo recibido un tratamiento
de forma inmediata a la contaminación, debido a la alta intensidad de ésta.
Este tipo de efecto también ocurre en casos de exposición leve, pero continua,
a emisiones radiactivas, ya que tendría un efecto acumulativo y por la tanto
las posibilidades de fallecimiento son elevadas.
Otros efectos sobre el
organismo pueden ser los siguientes:
- Cáncer
Sobre todo de tiroides, como
hemos indicado antes, debido a que esta glándula absorbe el yodo radiactivo.
Otros tipos de cáncer comunes por la contaminación radiactiva son el de huesos y tumores cerebrales.
- Afectación de la médula ósea
En estos casos, una persona
afectada por contaminación radiactiva puede padecer anemia e incluso leucemia.
- Infertilidad
Problemas para tener hijos por daños en los ovarios
y en los espermatozoides. En estos casos, la contaminación también puede
conllevar malformaciones en los descendientes, como problemas de crecimiento y
aprendizaje así como cerebros y cráneos pequeños.
·
- Debilidad del sistema inmunitario
Este efecto provoca un mayor incremento de
infecciones bacterianas.
- · Alteraciones gastrointestinales
La frecuencia y la duración de la contaminación
radiactiva pueden variar con el tiempo y las condiciones, por lo tanto no se
trata de un fenómeno constante al que una persona pueda estar expuesta siempre
en las mismas condiciones. Los
efectos en el organismo también depende de los tejidos y órganos a los que
afecte.
Podemos distinguir tres tipos de contaminación a los que una persona puede
llegar a estar expuesta:
1.Contaminación continua: un claro ejemplo de este
tipo de contaminación son las condiciones que se dan en las minas de uranio que
hemos mencionado anteriormente, en reactores nucleares o laboratorios de
ensayo. En este tipo de situaciones, las personas están sometidos a una
continua exposición a las emisiones radiactivas aun llevando ropa especial de
protección ante tipo de situación.
2.Contaminación accidental: las personas se exponen a
una contaminación radiactiva debido a un fallo en el manejo de material
radiactivo, tales como una fuga de radiación o fallos del equipo de protección
por estar defectuoso.
Contaminación ocasional: en este
caso, una persona puede verse expuesta a este tipo de contaminación durante un
experimento aislado o prueba nuclear.
·
Efectos en el medio ambiente
Los efectos de la contaminación radiactiva en el medio ambiente son
letales. Para el ser humano, los efectos de la contaminación radiactiva se
dejan notar en las enfermedades, sobre todo cáncer, que provocan. No obstante,
los efectos de la contaminación radiactiva en el Medio Ambiente son igual
o peores.
Lo cierto es que la naturaleza desprende su propia radiactividad de
forma natural. No obstante, la corteza terrestre lo sujeta, para que no
se expanda por todo el planeta y se lo acabe cargando.
Y es que las partículas radiactivas pueden llegar a
cualquier rincón del mundo y hacer mucho daño. Aunque La Tierra lo genera por sí misma, no deja de ser muy
peligroso. Pero claro, las partículas llegan al exterior de las instalaciones
nucleares. Y ahí empiezan los efectos de la contaminación radiactiva en el
Medio Ambiente.
A través del aire, la lluvia, el suelo o cualquier
elemento, estas partículas se pueden expandir por todos lados, siempre y cuando
haya una fuga en la instalación. Una vez en el medio ambiente, no tardarían en
combinarse con productos primarios como vegetales, algas o bacterias. Será en
este estado, como lleguen a
humanos y animales, a los que harán todo el daño del mundo.
Es decir, está claro que los efectos de la
contaminación radiactiva en el Medio Ambiente son causados por el ser humano.
Eso no cambia nada. Cuando un ser vivo entra en contacto con radiactividad, el
peligro es inminente. Lo pudimos
ver en Chernóbil, donde el elemento que se escapó fue el estroncio-90. Éste afecta al calcio,
pues se solapa a los huesos y los va erosionando hasta dejarlos inútiles.
La boca y la nariz son los conductos en los que,
habitualmente, la gente acaba con contaminación radiactiva en su interior. Y
asea respirando las partículas radiactivas, ya sea comiendo al contaminado.
Cuando entran, o bien se van a la sangre, o bien se va a los pulmones. En ambos
casos, el peligro es real y letal
cuando hablamos del estroncio-90.
Sin embargo, el uranio cuando sale de su entorno, se convierte en partículas
alfa. Estas partículas no son excesivamente penetrantes, por lo que su riesgo
es bajo, pero mejor evitarlas si se puede. Al menos en exteriores.
Si nos exponemos a él en interior, el peligro es
tremendo. Sobre todo si se tiene contacto con él por la vía nasal o se come. Resumiendo, si
todo va mal, puede derivar en un cáncer para el afectado. El más común es la
leucemia, pero estómago, hígado, mama o pulmón. El problema es que resulta muy
complicado saber si ha sido el uranio y otra cosa la que ha causado la
enfermedad.
Por tal motivo, mejor evitar que curar. Si vemos
una señal de emisiones radiactivas, lo más aconsejable es irnos muy lejos y no
volver por la zona, al menos, en 200 años.
·
Salud Mental
Cualquier emergencia, incluyendo aquellos que
involucran radiación, puede causar
angustia emocional y psicológica.
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